

Carrie, que era una mujer de envergadura (1.82cm de estatura y 79kg de peso), se describía a sí misma como "un bulldog corriendo a los pies deJesús, ladrando a lo que no le gustaba (a él)", y afirmaba seguir órdenes divinas cuando acometía contra bares. Sola o acompañada por otras mujeres que rezaban y cantaban himnos, solía entrar en un bar a destrozar mobiliario y botellas. Entre 1900 y 1910 fue arrestada 30 veces, pagando sus multas con las donaciones recibidas en sus conferencias, y las ventas de hachas de mano como la que usaba en sus ataques.