En 1962, el modelo MK-1, diseñado por la compañía Grumman/Space General, parecía una idea factible para que los astronautas caminaran por la superficie de nuestro satélite con seguridad, y la revista Life le dedicó varias páginas bajo el título de "El viaje del hombre a la Luna".
El diseño partía de la idea de que el astronauta debía portar consigo todos los elementos necesarios para la supervivencia. De esta forma, tal y como explicaba el reportaje, el astronauta disponía en su interior de "agua, comida, una pequeña estufa y aire acondicionado para combatir los cambios de temperatura de la superficie lunar".
La compañía también diseñó un vehículo para el desplazamiento de los astronautas, el denominado "Moonmobile".
Cincuenta años después, el aspecto de estos diseños primitivos sólo nos mueve a la risa y nos recuerda a algunos inolvidables clásicos de la serie B. Afortunadamente, fueron descartados a tiempo para el programa Apollo.
Vía:Fogonazos
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