La Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT) sigue persiguiendo a grupos musicales. Ahora quiere impedir que, el día 20, el grupo Soziedad Alkoholika actúe en Madrid, argumentando que dos canciones apoyan a ETA y humillan a las víctimas.
Miembros del grupo dijeron públicamente (mucho antes de que empezara esto) que estaban en contra de ETA. El grupo fue juzgado por ello, y el juez Garzón dictó sentencia: inocentes. Es ridículo tener que recurrir a un juez para demostrar algo que es de sentido común, pero ni con ello la AVT es capaz de dejar esa táctica sectaria, infantil y retorcida que los está convirtiendo en verdugos empeñados en tachar de terroristas a todos los que no piensan de una forma tan extremista. Es un despropósito que un grupo de música se siente delante de un juez. No es lugar para la música.
Vía:20 minutos
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