En un antiguo cementerio de Namur, Bélgica, se encuentra una pequeña capilla a través de la que se accede a una tenebrosa galería de tumbas abandonadas.
A pesar del paso del tiempo, se conserva la belleza arquitectónica de la cripta, cuyos oscuros pasadizos están repletos de lápidas de épocas muy distintas. Las del siglo XIX y principios del XX, con sus retratos de difuntos, son las más sobrecogedoras.
Vía: Ovejas Electricas entre otras
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