Atención: Este es un post cabreado y lleno de tacos. Puede herir su sensibilidad.

Me cago en mi amigo por no haber leído la puta pantallita (que, por cierto, decía «¿Desea asociar el ipod con este ordenador y sincronizar la biblioteca musical?», o algo así). Y me cago en apple por ser tan hijos de puta. Sí, los de apple son unos cabrones malnacidos. Han hecho un software intrusivo que salta automáticamente cuando se enchufa el ipod, que viene de serie con otro software no relacionado y de uso obligatorio para reproducir determinadas películas (Quicktime). Encima el software elimina toda la música del ipod sin más aviso que una puta ventanita. Me gustaría saber cuánta gente ha jodido los ipods de los demás de esta manera.

Me cago en Microsoft por fomentar la cultura del «Siguiente, siguiente, siguiente» y permitir a los usuarios que aprieten botones sin haber leído el texto de la ventana. Me cago en el software propietario por obligarte a instalar software que no quieres. Me cago en el software intrusista que hace cosas que no quieres. Me cago, obviamente, en la gente que aprieta botones sin leer lo que pone.

De nada sirve hacer software a prueba de tontos, porque los tontos son muy listos y consiguen saltarse todas las protecciones, decían. Me cago también en el que dijo esto, por agorero. ¿Y sabéis lo peor? Que las personas que aprietan botones sin leer son felices, con su Pentium-4 arrastrándose por culpa de toda la basura que le han instalado. Son felices sin saber que sus máquinas las controlan los mismos spammers que me envían 200 mensajes de SPAM al blog en 3 minutos. No les importa nada de esto. Ahora la seguridad ha traspasado fronteras; el pillar un virus ya no te afecta sólo a ti, ahora las máquinas zombie que van con Windows me afectan directamente porque me contaminan de SPAM el blog. Me cago en la madre que parió al puto Windows, en Bill Gates y en IBM por ser tan subnormales y tener la poca vista de haber hecho millonario a un cabrón como Gates. Y a los que le han dado el Príncipe de Asturias a la solidaridad, también. Que me lo den a mi por intentar desinstalar todos los cánceres de los ordenadores y meter linux.

Estoy hasta los huevos del software propietario, de la cultura del «No quiero aprender a usar un ordenador», de las ventanitas “Aceptar, Cancelar” que no sabes lo que significan y de las empresas que engañan a los usuarios. Apple no es mejor ni peor que Microsoft, es el mismo perro con distinto bozal. A Apple no le importa que se borre toda tu música, ¡mejor para ellos! así tendrás que comprarla de nuevo en su tienda online.

Y para finalizar: Esto con linux no pasa. Pero ¡ay! del que tiene que usar un windows por obligación. ¿De qué me sirve tener un control total en mi casa, si cuando saco mis gadgets de ese entorno aséptico se me contaminan por la mierda de ordenadores de los demás? Qué asco.

Y ahora me diréis: ¿todo esto viene porque un amigo tuyo ha apretado el botón equivocado? Pues sí. Pero ¿quién ha puesto ahí ese botón que no debería haber sido pulsado?

Vía:weblog.topopardo